sábado, 23 de agosto de 2014

Hace treinta años....

Hace 30 años que rondamos por el mundo.... Hace muchos años que convivíamos cerca, hace muchos años lo intentamos mas o menos, pero sin duda ambos debíamos crecer, madurar, correr mundo para poder volver a reencontrarnos. 

Hace muchos años, se que no hubiera sido igual, éramos distintos, ahora ambos hemos vivido, luchado, amado, sufrido, hemos librado batallas, hemos llorado  ante la misma luna, la vida nos hizo aferrarnos a nosotros mismos e intentar sobrevivir sin ayuda de nadie, aferrandonos a que podemos sobrevivir cada día sin ser vulnerables. 
Pero ahora todo eso es distinto, cambio de la noche a la mañana. Aunque para llegar aqui dimos varios tropiezos (yo por lo menos), pero eso hizo que nos conocieramos, que nos volvieramos a encontrar...
Hablar, contarnos historias del pasado, como éramos antes, los golpes de la vida y lo que esta vida nos puede deparar, lo que deseamos que nos ocurra y como....
Sin darnos cuenta empezamos a construir nuevos días juntos, castillos aunque sean de momento en la arena.... Imaginándonos como podría llegar a ser esa ilusión. Viviendo el día a día de cada uno, motivandonos y animándonos cuando lo hemos necesitado, dándonos la fuerza que necesitabamos para el otro.
Se que pasaron apenas días... Pero ahora nuestras vidas no se pueden imaginar la vida el uno sin otro.
La sinceridad, el amor, la fidelidad, confianza son vínculos que cada vez hacemos mas grandes entre nosotros. 
Las palabras contigo se convierten en acciones salidas del corazón, haciendo que en nuestro rostro se llene de ilusión y de una sincera sonrisa en ambos, que hace que nuestro corazón tome pulso y deseos de avanzar juntos, sin miedo al mañana. 

Puede que esto empezara como una locura... Pero creo que son los días mas felices que hemos vivido, soñado y paseado juntos. 
Podemos ofrecernos tesoros y millones de cosas, pero la mayor reliquia es ofrecernos completamente el uno al otro, pase lo que pase en un futuro. 
No ponernos limites y no ponernos frenos para saber que estaremos pase lo que pase aunque cueste. 
Puede que ambos tuviéramos una vida difícil, una adolescencia diferente a todos, pero eso es lo que nos a echo sentirnos vinculados el uno con el otro, venir de donde venimos, de cada una de nuestras familias, con los problemas que cada una depara, pero eso nos hace ser mas fuertes el uno para el otro. 
Sentimientos que nunca encontramos antes, ni experimentamos antes. 
Sonrisas que jamas sabia que podían existir, ni soñar junto a tu mano cada amanecer y cada anochecer.  Sentir que alguien me valora por como soy, no por lo que era o deje de hacer, al igual que tu.  Agradeciendo cada palabra y cada canción que me susurras al oído, sintiendo tu calor sintiendo que no hay nada que nos pueda quitar esos momentos mágicos e inolvidables. 

Tengo la sensación por todo lo que hemos vivido que esto no es verdad, que esto nunca puede suceder, al menos para mi o para ti... Pero ¿y porque no puede ser? Porque tuvimos que esperar treinta años para tener esos sueños juntos... 
Si dijera que no tengo miedo mentiría, si dijera que no deseo ser egoísta mentiría, si dijera que solo deseo lo mejor para ti, sabiendo que yo no llegare a ser ni la mitad de lo que tu estas siendo para mi, mentiría, sino dijera que cada ultimo beso que me das intento retenerlo en mi memoria por si es el ultimo, mentiría, sino dijera que cada vez que te veo marchar de mi coche desearía salir corriendo tras de ti, mentiría, sino dijera que me gusta que les digas a los demás que no estoy disponible, mentiría, sino te dijera que quiero gritar a los cuatro vientos todo lo que siento, mentiría, por eso me siento en estado de sock porque creo que esto no es posible que me pueda estar pasando a mi, algo tan maravilloso como tu. 
Solo deseo que esto nunca llegue a su fin, y si tuviera que llegar, por favor espero que Dios nos de fuerzas para poder sobrellevarlo. 

Con todo mi corazón, gracias por hacerme sentir amada a cada instante. 

Tamy