Se aproxima una lluvia de tormentas.
Un sin fin de cambios no solo afecta a las ramas del temeroso árbol,
sino a todas sus capas, desde la raíz, hasta el tronco,
pasando por cada una de las hojas,
las que caen como las que se aferran por estar mas tiempo en pie,
esperando que ninguna ráfaga de viento pueda con ellas,
ni con sus hermanas hojas que tienen al lado.
Se que da igual lo muchos años que tenga ese árbol o los pocos que tenga,
porque si viene un vendaval lo destruye,
lo que no sabemos es cual sera ese efecto.
¿Como caerá? ¿que pasara a esas endebles ramas y hojas?
¿que sucederán con ellas cuando las arrastre tierra adentro
o hasta que mueran desaparecidas?
A veces nuestras vidas son tan parecidas a ellas,
que asusta el simple echo de que una rama se parta, o una hoja caiga,
o si cuando llegue dicha tempestad saldremos vivos de ella.
En mi caso no se que pasara pero se que hasta la raíz tocara...
Mientras debo disfrutar de cada hoja, rama y cualquier otra extremidad
que tenga para aprovechar a memorizar cada momento vivido,
para que la raíz sufra lo menos posible.
Para que cuando toda tempestad pase pueda empezar a levantarse.
Se que no se reconstruirá en unos días, sino pasaran meses....
Aunque viendo como están cada una de las ramas,
viendo en la otra dirección como ese vendaval golpeara fuerte
creo que sera una secuela que tardara en menguar y restaurar en algunos años.
Pero como bien escuche estos días,
a veces se supone que dar un paso atrás es avanzar en tu futuro,
yo no lo se bien que sucederá con ese árbol,
pero solo espero que poco a poco pueda encontrar cercanía y
cobijo en aquellos que le abrieron camino hace tiempo...
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